¿Recuerdas la fábula de "La Liebre y la Tortuga"?
Una tortuga y una liebre siempre discutían sobre quién era
más rápida. Para dirimir el argumento, decidieron correr una carrera. Eligieron
una ruta y comenzaron la competencia. La liebre arrancó a toda velocidad y
corrió enérgicamente durante algún tiempo. Luego, al ver que llevaba mucha
ventaja, decidió sentarse bajo un árbol para descansar un rato, recuperar
fuerzas y luego continuar su marcha. Pero pronto se durmió. La tortuga, que
andaba con paso lento, la alcanzó, la superó y terminó primera, declarándose
vencedora indiscutible.
#AguasantasSeQuedaEnCasaLeyendo
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